José Hinojo y su escultura a Tanit del Museo de Cádiz


INMACULADA GAVIRA VALLEJO

 José Hinojo, que comenzó su carrera individual de exposiciones  en 1982 en el Centro Cultural Español de Wiesbaden (Alemania), no aterrizó en España hasta la feria de ARCO del 95.Tres años más tarde el Museo de Cádiz invitaba al artista a exponer una selección de  obras en sus dependencias. De este feliz encuentro quedó como muestra  la donación por el artista a la institución de su obra “Tanit”.

Tanit fue la diosa más importante del panteón cartaginés. Era consideraba diosa de la fertilidad, pero también de la muerte.


Su culto incluía una forma mística de prostitución llamada hierogamia que consistía en entregar su cuerpo en el templo simulando la unión con una deidad con el fin de potenciar la fertilidad.

La obra es un bajorrelieve realizado en acrílico y cartón. Con elementos sabiamente distribuidos en el espacio, Hinojo nos presenta un mundo agónico en el que los personajes desfallecen y caen en el vacío del caos. Mientras tanto Tanit contempla impasible la soledad de los seres humanos ante la muerte y la destrucción. De la obra ha desaparecido casi todo el color; no obstante  no ha perdido ni un ápice de fuerza y tensión. El mosaico de figuras se completa con perros, palomas y árboles que lejos de sumirnos en un mundo onírico nos recuerdan la fragilidad del mundo. 


La visión de este trabajo no deja indiferente a nadie. Multitud de sensaciones afloran en nuestro interior llevándonos a descifrar  sus mensajes ocultos que al final se traducen en el descubrimiento de un mundo poético y ordenado.

…y vi
Un Hombre,
harapos y lápiz
dibujando
Dioses Concéntricos
en las Murallas
del Templo-Cuidad;
transformando
Piedra
Hombre
Mundo,
en transparente
vegetación.

(Diario Hindú, José Hinojo (1983))






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